Carrasca_de_la_Raboseras

Quercus Encima y sus variedades

  • Hojas lampiñas (sin pelos) por ambas caras, o con muy escasos pelos en la axila de los nervios por el envés
    • Hojas hasta 4 (5) cm de longitud, perennes, coriáceas (tacto al cuero), brillantes, con frecuencia pinchudas en el margen. Escamas de la cúpula de la bellota levantadas y punzantes Quercus coccifera

Aunque puede alcanzar la talla arbórea, que se puede observar en algunas localidades de la Serra de Arrábida en Portugal o en algunos enclaves de Sierra Morena, generalmente se presenta con porte arbustivo. La corteza de las ramas es lisa y grisácea y la de las ramillas finas glabra. Se reconoce por sus hojas coriáceas, semejantes en forma, tamaño y consistencia a las espinosas de la encina, pero completamente lampiñas y de color verde brillante por el envés, y con el borde generalmente provisto de dientes más punzantes (aunque en los ejemplares arbóreos mencionados suelen ser menos pinchudas de lo habitual).
La floración tiene lugar en primavera. Las bellotas maduran durante el otoño, tras de uno o dos años de desarrollo. La cúpula de la bellota suele presentar las brácteas de las filas inferiores agudas y curvadas hacia fuera, a diferencia de la encina, que las tiene aplicadas.

    • Hojas de más de 5 cm de longitud, caducas, blandas, de márgenes provistos de lobulos redondeados o puntiagudos, pero no punzantes. Escamas de la cúpula aplicadas
      • Lóbulos de las hojas acabados en dientes agudos Quercus rubra
      • Lóbulos de las hojas redondeados
        • Hojas de pecíolo corto (3-8 mm). Limbo con aurículas en la base que con frecuencia tocan la rama. Glabras. Bellotas sobre un largo pedúnculo Quercus robur
        • Hojas de pecíolo mayor de 12 mm. Base del limbo redondeada o cuneada, que no toca la rama. A veces con algunos pelos en la axila de los nervios por el envés. Bellotas sentadas o casi
          Quercus petraea
  • Hojas densamente tapizadas de pelo por el envés
    • Ramillas jóvenes y hojas provistas de un indumento algodonoso blanquecino o ferrugíneo que se va desprendiendo al avanzar la estación. Hojas oblongas u obovadas Quercus canariensis

    • Indumento del envés de las hojas persistente
      • Hojas caducas o marcescentes (tras marchitarse, permanece en el árbol) , profundamente lobuladas, densamente tomentosas (Conjunto de pelos que cubren la superficie de los órganos de algunas plantas.)  al comienzo de la primavera y, al acabar su desarrollo, solo por el envés Quercus pyrenaica

      • Hojas perennes o caducas (marcescentes), de margen liso o más o menos dentado
        • Hojas perennes
          • Corteza no suberosa. Hojas de limbo mas o menos plano, con los nervios secundarios formando con el principal un ángulo próximo o mayor de 60º. Cúpula de la bellota con las escamas aplicadas Quercus ilex

          • Corteza suberosa (con corcho). Hojas de limbo abarquillado, con los nervios secundarios formando con el principal un ángulo menor de 60º. Cúpula de la bellota con las escamas levantadas en el extremo Quercus suber

        • Hojas caducas, con frecuencia de comportamiento marcescente
          • Hojas predominantemente elípticas u oblongas. Tomento del envés formado por pelos estrellados aplicados Quercus faginea

Árbol caducifolio de copa amplia y follaje más o menos denso, de hasta unos 20 m de altura. Hojas variables en tamaño y en el margen, elípticas, de ápice y base redondeados, por lo general cubiertas de vello al nacer, posteriormente lo pierden por el haz y lo conservan en mayor o menor medida por el envés. Son de consistencia subcoriácea. Suelen caer en otoño aunque algunas permanecen secas en el árbol hasta la primavera siguiente, Yemas de color castaño, ovado-cónicas, de unos 3-5 mm de longitud.
Florece en primavera. Las bellotas, que maduran en otoño, van sobre pedúnculos cortos, aisladas o en pequeños grupos.

          • Hojas predominantemente obovadas (ovalada). Tomento del envés formado por pelos estrellados más o menos erguidos Quercus pubescens